"Oh, ciencia, en mi cárcel te has convertido" - Collage de papel y hoja sobre papel

"Oh, ciencia, en mi cárcel te has convertido" - Collage de papel y hoja sobre papel

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En un libro de Boaventura Santos, me encontré con una historia. En Bali (Isla de Indonesia), existía un sistema de irrigación ancestral, administrado por los sacerdotes. Seguían ellos, los cantos de la diosa DewiDanu, la diosa de las aguas. La irrigación -dijeron luego, los europeos- era ilógica, irracional, mágica. Era parte -dijeron luego, los antropólogos europeos y norteamericanos- del culto local, la magia del arroz.
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Cuando el "progreso" llegó a Bali, una de las primeras incisiones del bisturí occidental fue sobre la agricultura mística. Ella fue desmantelada por irracional. La "revolución verde" proponía un sistema de agricultura capitalista, con sistemas tecnológicos de irrigación de ingeniería. Una máquina debía hacer el trabajo que antes hubieron de hacer las manos en trance; un soft de multivariabilidad de ecuaciones debía ordenar lo que antes los dioses cantaban al oído de una casta.
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Es sabido que las ecuaciones funcionan muy bien, mientras más simples sean las variables que las componen. Las montañas de Bali no eran demasiado amistosas, el cultivo no podía organizarse según la tradición europea del progreso. El resultado fue un desastre. Luego de intentar un tiempo el cultivo "progresivo y racional" importado por los occidentales, se volvió al sistema anterior. Se volvió al sistema irracional.
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Toda solución técnica es “un juicio político y ético”, dice Santos. Hacia el final del cuento, eso dice.

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