El filósofo argentino León
Rozitchner, ha trabajado la idea del trabajo filosófico como la de un bricoleur, que va tomando de diferentes
lugares.
En boga están las posturas que creen ya no en un trabajo de "originalidad" absoluta
(ligada a una idea de “genio”)
sino en un trabajo que va
impregnándose de influencias
y absorciones insospechadas.
Quizás ha sido
siempre así, aunque ahora se haga tan evidente.
El collage siempre ha sincerado su método.
Nunca lo escondió detrás de argumentos,
ilusiones òpticas o veladuras.
Siempre, un bricoleur
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