Volví a Buenos Aires, amiges.
Y, no podría estar aquí, sano y salvo, si no fuera por todos aquellos y aquellas que, durante el cierre de las fronteras y la angustia del no poder volver a casa, me ayudaron a tener un techo seguro (muy especialmente, gracias a @themismemoria y su familia) en Brasil.

Y, estoy aquí, salvo y sano, gracias a todos ustedes, que me ayudaron a poder volver de la mejor manera: a mi familia, a mis amigos y amigas que me bancaron cuando todo era tormenta y penumbra. También a personas que hasta entonces desconocía y me ayudaron con sus consejos y palabras, ayudándome a tomar las mejores decisiones. .

Y, en esta transformación inevitable, en este mundo en crisis, en este hotel en cuarentena brutal del que no puedo salir de la habitación,
les abrazo con todo mi corazón sincero, entendiendo más que nunca que lo único que sostiene a nuestro mundo es el amor y la empatía, el poder compartirnos, sea lo que sea que eso signifique para cada quien de nós.

Transformemos-nos en algo mejor de lo que somos hoy.
Ya no hay tiempo

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